sábado, 15 de mayo de 2010

¿Por qué creo en esta lucha?

Soy estudiante graduanda de la Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico (UPR). Me voy a graduar con un excelente promedio y muchos puntos atractivos en mi resumé. Ya pagué los $1,000 del repaso para la reválida, que pienso tomar en septiembre. Tengo una buena oferta para comenzar a trabajar el 1 de octubre.

Con este cuadro, a muchas personas –algunas me lo dicen con admiración, otras con incredulidad y otras desilusionadas- les parece ilógico que apoye la huelga estudiantil, que tiene muchos reclamos válidos, y el más importante de éstos es la derogación de la Certificación 98 de la Junta de Síndicos de la UPR, que pretende que estudiantes que reciben ayuda económica (entiéndase, beca federal Pell) no puedan recibir también exenciones por mérito académico o talento ni otros incentivos económicos.

Estoy en mi último año en la UPR. Los/as estudiantes graduados/as no recibimos beca Pell (aunque sí hay una ayuda económica de $1,000 llamada beca legislativa que, desde antes de la Certificación 98, se le niega a quienes reciben exención de matrícula por ser ayudantes de cátedra e investigación). Los estudios en Derecho que me podrían interesar realizar luego de obtener mi Juris Doctor no se ofrecen en Puerto Rico. ¿Por qué apoyo la huelga si, después de todo, no me afectarán los recortes propuestos y no me voy a beneficiar directamente de los acuerdos que se logren?

Mis compañeros y compañeras en esta lucha enfatizan en que hay que pensar en el colectivo antes que en los planes individuales de cada cual. Aunque creo en esa idea, mi razón para apoyar la huelga es muy individual.

En 1996, luego de que mi papá murió de cáncer del pulmón (¡no fumen!), teníamos miles de dólares en deudas por el año en que estuvo en tratamiento. Mi mamá tomó varios préstamos para poder pagarlas, intentando salvar el crédito perfecto que había tenido hasta entonces. Tocó muchísimas puertas para conseguir un trabajo como maestra en una institución privada, donde sólo le pagaban $1,000 mensuales. Obviamente, sus gastos sobrepasaban sus ingresos, por lo que tuvo que irse a quiebra, no a una quiebra en la que te perdonan todo sino a un capítulo (tipo) en el que te hacen un plan de pago. A pesar de esto, pagó el colegio en el que yo estudiaba hasta 1999, cuando decidí cambiarme a una escuela pública. Mientras, yo, desde los 12 años, trabajé todos los veranos en campamentos y programas similares para que mis gastos personales no afectaran más las finanzas del hogar. Mi hermano, con sólo 17 años, consiguió un trabajo a tiempo completo con el propósito de ayudar económicamente a mi mamá, pero embarazó a su novia y tuvo que dedicar su sueldo a su hijo.

Unos años después, mi mamá consiguió trabajo como maestra bibliotecaria en una escuela pública, por lo que su sueldo aumentó a $1,700 mensuales (es una vergüenza que se le pague tan poco a quienes le brindan el conocimiento básico a gran parte de la población). En el 2003, le exigieron completar un certificado posgraduado en Bibliotecología para mantener su puesto, por lo que, ese año, ella y yo cursamos nuestro primer año de estudios en la UPR, Recinto de Río Piedras.

Ese primer año, no tuve que pagar matrícula, porque me la pagó una beca de una fundación privada, que me gané estando en escuela superior. Asimismo, por los bajos ingresos de mi hogar, recibí la beca Pell completa y cualifiqué para el programa de estudio y trabajo, que es subsidiado con los mismos fondos de las becas Pell, a través del cual fui asistente de cátedra en la Escuela de Comunicación, donde estudié mi primera concentración. Trabajar dentro de la Universidad me permitió involucrarme en actividades extracurriculares, que enriquecieron mi desempeño académico.

Mi mamá y yo terminamos nuestro primer año en la UPR con promedios de 4.00, por lo que cualificamos para exención de matrícula de honor, que mi mamá tuvo en su segundo y último año de certificado y yo mantuve en mis restantes tres años de Bachillerato. Aunque el ingreso de mi casa nunca aumentó y se anunció que habían conseguido más dinero para becas Pell, cada año me redujeron más la beca y no me volvieron a otorgar estudio y trabajo, por lo que trabajé a tiempo parcial fuera de la Universidad para cubrir mis gastos. No desperdicié tiempo ni fondos; me gradué Summa Cum Laude, en cuatro años, con dos concentraciones y un certificado del Programa de Estudios de Honor.

A pesar de que no pagué hospedaje y vivo bastante cerca de la Universidad, en Santurce, todo el dinero de beca Pell que recibí y todos los sueldos que gané en mis trabajos los gasté en libros, copias, equipo audiovisual y otros materiales para mis clases, celular, gasolina, comida y pago del último año de la hipoteca de mi casa. En mi tercer año de Bachillerato, competí por ocho becas privadas, que me permitieron hacer un intercambio de un semestre en España. El semestre antes del viaje, tuve tres trabajos, uno de ellos a jornal en Presidencia de la UPR, para poder comprar las maletas y la ropa de frío.

Si no hubiera tenido el alivio económico de la exención de matrícula combinada con la beca Pell, no hubiera podido estudiar para mantener mis notas y realizar todas las actividades extracurriculares que me sirvieron para ganar las becas privadas de excelencia académica y servicio a la comunidad que recibí para completar mi presupuesto ni hubiera obtenido toda la experiencia que me ha ayudado en mi desempeño profesional y como estudiante graduada.

Como estudiante de Derecho, pagué la matrícula de mi primer año con la beca legislativa y otras dos becas privadas. Un trabajo a tiempo parcial no era suficiente para cubrir mis demás gastos, por lo que tuve que tomar préstamos. Había evitado esta alternativa anteriormente, porque para una persona de clase trabajadora no es tan fácil repagar los préstamos y ya había tenido la experiencia de la quiebra de mi mamá, que tiene el efecto de que te traten como si no existieras. Los otros dos años de Derecho, he participado en el Programa de Experiencias Académicas y Formativas (PEAF) del Decanato de Estudios Graduados e Investigación (DEGI), que dirigía Ana Guadalupe antes de ser colocada como rectora interina. El PEAF brinda exención de matrícula y un estipendio mensual de $800 a estudiantes graduados/as que trabajan como ayudantes de investigación y en tareas similares en la Universidad.

Sin todas esas ayudas e incentivos económicos, no hubiera ni soñado ser abogada. Ahora estoy muy cerca de alcanzarlo, pero, no podría hacerlo sabiendo que le quieren arrebatar las oportunidades que yo tuve a miles de estudiantes que tienen los mismos problemas de recursos que yo y las mismas metas que yo. No podría ser tan malagradecida luego de haber aprovechado la educación de calidad que el Pueblo de Puerto Rico me ha subvencionado. No podría invocar el Derecho viendo cómo le violan los derechos a mis compañeros y compañeras sólo por oponerse a pagar una crisis fiscal que no causaron ellos/as, sino la mala administración de quienes están y han estado en posiciones de poder. No podría trabajar en un tribunal de justicia y dejar que esta injusticia ocurra sin hacer nada.

Por eso, cuando la presidente de la Junta de Síndicos, Ygrí Rivera, declara a la prensa que espera que “se den cuenta de que esto es una huelga irracional”, deseo que se atreva a decírmelo a la cara; a mí y a todos los estudiantes y todas las estudiantes que, como yo, han encontrado en la Universidad de Puerto Rico y en estas ayudas económicas su mejor, y tal vez única, opción para educarse, aspirar a sacar a sus familias de la pobreza y ser útiles a su sociedad. Que me mire a los ojos y me diga que esta lucha es irracional. A mí me sobran las razones.

sábado, 1 de mayo de 2010

Un mar de contradicciones

-publicado en el blog del Colectivo de Prensa Estudiantil Desde Adentro: http://rojogallito.blogspot.com/-

La irresponsabilidad, la falta de razonamiento lógico y de sensibilidad y la actitud violenta y provocadora de la administración de la Universidad de Puerto Rico (UPR) son tales que actúan de forma contraria a sus propios actos y expresiones.

Evidencia #1

Hoy, sábado, primero de mayo, en un escueto comunicado de prensa, la rectora interina del Recinto de Río Piedras de la UPR, Ana Guadalupe, anuncia que el lunes 3 reanudarán las labores administrativas y gerenciales en el campus y que el martes 4 reiniciarán las clases.

Esta comunicación se da luego de que la UPR apelara en el Tribunal Supremo una orden del juez superior José Negrón Fernández para que, precisamente, para el lunes 3, levantara el receso administrativo y académico, que tiene paralizada la institución docente desde el 21 de abril.

La orden se basa en que la Rectora no cumplió con los requisitos de sus propios reglamentos al decretar el receso y, al momento del dictamen, no había subsanado ese error. Nunca ha emitido una resolución fundamentada que justifique su determinación, vigente por tiempo indefinido.

El hecho de que la Universidad acudiera al Supremo y este foro acogiera su recurso tiene el efecto de paralizar la orden del juez Negrón Fernández hasta que el Supremo dilucide los argumentos de ambas partes. El alegato de los estudiantes que solicitaron el interdicto preliminar contra la Universidad se entrega el lunes 3.

Si va a levantar el receso como le pidió el juez, ¿para qué va al Tribunal Supremo y torna académico su propio recurso?

Evidencia #2

En la vista del jueves 29, la Rectora testificó que su “deseo” era que se pudieran reiniciar las labores académicas y administrativas en la Universidad, cosa que le ordenó hacer el juez Negrón Fernández el miércoles 28.

Si es su deseo y se le está ordenando, ¿por qué no levantó el receso entonces y viene a anunciarlo con un recurso pendiente en el Supremo?

Evidencia #3

“Mientras han cerrado el Recinto, vienen al tribunal a decir que los estudiantes no están permitiendo la entrada”, argumentó el abogado Juan Santiago, en la vista del jueves 29, al solicitar la desestimación contra la prueba de la solicitud de interdicto preliminar de la UPR contra Gabriel Laborde, dado que no se presentó evidencia directa que vinculara al único demandado en el pleito con los hechos alegados en la demanda.

La Universidad procedía con “manos sucias”, cosa que no se puede hacer cuando se solicita un remedio en equidad, como lo es el “injunction”.

Evidencia #4

En el caso del interdicto de la UPR contra Laborde, presidente del Consejo General de Estudiantes de Río Piedras, la institución incumplió con las formalidades que requiere este tipo de recurso: que sea jurado, con conocimiento personal de los hechos.

La demanda, firmada bajo juramento por Guadalupe, señala que le constan de propio y personal conocimiento los hechos alegados en ésta, incluyendo el estado de todos los portones del Recinto, que tres personas rociaron con gas pimienta a 19 guardias, y que habían manifestantes encapuchados, con tubos y pedazos de madera. Sin embargo, testificó que no vio ninguno de estos actos ni inspeccionó el área; tampoco tenía una certificación de los supuestos daños.

Más importante aun, declaró que no examinó documento alguno entre las 5:15 y las 9:45 de la mañana de ese día y que no recordaba cuándo ni dónde le tomaron el juramento para la demanda. El recurso juramentado fue entregado en el Tribunal a las 9:40 de ese día y hablaba de hechos ocurridos después de las 5:15.

El abogado contratado por la Universidad, Jorge Pérez Díaz, alegó que a las personas que ocupan altos puestos en las entidades se les imputa que tienen conocimiento personal de todo lo que allí ocurre. Dijo que la Rectora estaba representando a la Universidad, hecho que no se especifica en el juramento, y que no era práctico que la parte demandante, la que tiene el peso de la prueba, tuviera que buscar declaraciones juradas de todas las personas que tuvieran conocimiento de los hechos. No se trata de si es práctico o no, sino de que no se pueden tomar determinaciones judiciales basadas en hechos que no se sabe si son ciertos.

Evidencia #5

En la vista del jueves 29, a pesar de que no se probó hecho directo alguno relacionado con la participación de los y las estudiantes en los portones contra el compañero Laborde, más aun cuando él estuvo en el Tribunal casi todo el tiempo, desde el pasado viernes 23, cuando fue emplazado, Pérez Díaz dijo que “Laborde es el líder indiscutible de este paro, que empezó el 21 de abril y todavía continúa” y sometió una moción de desacato en su contra.

Los únicos hechos que se le pueden adjudicar a Laborde son que presidió la Asamblea General de Estudiantes del 13 de abril, en la que el estudiantado, de forma democrática y legítima, aprobó el voto de paro, y que es parte del Comité Negociador que se seleccionó allí. Pérez Díaz alegó, y el Tribunal de Instancia tomó como cierto sin verificarlo, que el Comité Negociador dirige el paro y que Laborde es el presidente de éste. La realidad es que el Comité no lidera el paro ni tiene presidente y Laborde ni siquiera es uno de los portavoces de este grupo de 16 estudiantes que se dedican a buscar que la Junta de Síndicos escuche sus propuestas para una mejor Universidad.

Evidencia #6

La representación legal contratada por la Universidad alegó que la parte demandada no podía presentar un alegato para pedir la desestimación por no haberse probado el caso por ser ésta una vista de “injunction” y no un juicio. Esto va en contra de sus propios actos, pues presentaron este tipo de moción en la vista de “injunction” de los estudiantes contra la Universidad, la semana anterior y el semestre pasado.

Evidencia #7

También quedó demostrado que la Universidad miente cuando dice que no hay dinero para las exenciones de matrícula que permiten que estudiantes sumamente talentosos y talentosas en el área académica y en la deportiva puedan recibir una buena educación, a la vez que realzan el prestigio de la institución y del País, con sus investigaciones, sus publicaciones, sus participaciones en congresos, sus premios en competencias, sus logros en justas atléticas y la calidad de seres humanos que muestran ser cada vez que representan a su alma máter.

¿Cómo pueden decir que no hay fondos para invertir en estos y estas estudiantes y, a su vez, gastar miles y miles de dólares en pagar una representación legal externa? ¿Cómo le niegan oportunidades a quienes deben ser la razón de ser de la Universidad y se le regalan dinero a Pietrantoni Méndez & Álvarez, uno de los bufetes más costosos de Puerto Rico, teniendo abogadas y abogados internos?

No sorprende por parte de un Gobierno que impulsa la privatización para beneficiar a unos pocos y de una Rectora que, a la pregunta de una periodista de si estaba orgullosa de la calidad de estudiantes que forma su institución, aunque la hubieran demandado, luego de que el juez felicitara a los compañeros Fernando Moreno Orama y Jorge Farinacci Fernós por el profesionalismo que mostraron en su desempeño, contestó que no tenía comentarios. Pero, ciertamente, molesta; molesta, porque no debe ser así.

Colofón

En su solicitud al Supremo, la Universidad alega que “sufre el embate de una ola de manifestaciones violentas e ilegales”. La única violencia que el Pueblo de Puerto Rico ha atestiguado estos días es la de la administración universitaria, en convenio con los entes del Gobierno que le mueve los hilos, que, mediante sus acciones contradictorias, le cierra las puertas al diálogo que, desde un principio y al día de hoy, claman pacíficamente quienes quieren y defienden su Universidad.

sábado, 6 de marzo de 2010

Porque todas somos mujeres trabajadoras

“Nuestras mentes trabajan. Nuestros pechos trabajan. Nuestros puños trabajan”.
-Julia de Burgos, Somos puños cerrados

¿Por qué se conmemora el Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras?

Aunque no está claro en qué año fue la primera vez que se celebró el Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras, hace décadas que las mujeres del mundo se unen el 8 de marzo para exigir la igualdad de derechos frente a los hombres. Haya sido resultado de una propuesta en una conferencia, de la indignación ante la muerte de obreras quemadas en una fábrica o de una gran huelga, lo cierto es que las mujeres se manifiestan ese día por mejores condiciones de empleo.


Mujeres, porque somos muchas


Cada mujer tiene características y circunstancias diferentes. No somos “la mujer”; somos muchas mujeres, únicas, diversas. La homogenización del género se utiliza para crear una sola identidad para todo un grupo con el fin de controlarlo. A “la mujer” se le asignan roles, se le adjudican cualidades y defectos, se le mira como un individuo estático que está en el mundo para cumplir con ciertas tareas y se debe reprimir cuando se desvía del guión establecido. Pero, no. Las mujeres somos ricas en nuestras diferencias. Las mujeres somos libres para tomar decisiones. Las mujeres requerimos respeto y equidad.

Trabajadoras, porque todas aportamos

Cuando hablamos de mujeres trabajadoras no nos referimos únicamente a las que reciben remuneración por sus servicios. Cada una, desde su posición particular, realiza un trabajo necesario para la evolución de la sociedad. Las que crían a sus niños y niñas para que sean ciudadanos y ciudadanas útiles y concientes trabajan. Las que conducen autobuses trabajan. Las que cuidan a un familiar enfermo trabajan. Las que diseñan edificios trabajan. Las que imparten clases trabajan. Las que operan a personas enfermas trabajan. Todas somos trabajadoras.

Continuamos luchando

El trabajo y las condiciones en las que éste se lleva a cabo son fundamentales para el grado de nuestros derechos socio-económicos, determinantes para todos los aspectos de nuestras vidas. Asimismo, la percepción que tenemos sobre nosotras y la que tienen las demás personas, unidas al contexto social, político, económico y cultural en el que nos desarrollamos, afecta nuestra situación como trabajadoras.

Los problemas que han sufrido y continúan sufriendo las mujeres por las erradas ideas de que son inferiores, están diseñadas solamente para parir y cuidar familiares, no tienen capacidad para ocupar posiciones de liderazgo y llevar a cabo tareas que requieran fuerza física o les pertenecen a sus parejas se trasladan a sus trabajos.

Así, la violencia doméstica provoca que las mujeres no puedan ir a trabajar por los golpes recibidos o por la depresión causada por el maltrato emocional, que sientan miedo al salir de su casa, que necesiten una orden de protección para llegar a sus trabajos, que no pueden concentrarse en sus tareas por miedo a que aparezca su agresor. Algunas de estas mujeres, en lugar de recibir apoyo, son víctimas de prejuicio, cuando sus patronos o compañeros y compañeras piensan que es una molestia tener que adoptar un protocolo para protegerla o que ella está poniéndoles en peligro.

La relación entre la identidad de las mujeres y la maternidad también puede conllevar discrimen en el proceso de contratación, en las condiciones y oportunidades en el trabajo y en el despido. Aunque las mujeres han logrado la licencia de maternidad y el periodo de lactancia, este acomodo puede motivar a un patrono a no contratarla, para evitar tener que garantizar estos derechos en el futuro, o a no darle un ascenso, porque tendría que abandonar la posición en el periodo de maternidad. Esta legislación protectora prohíbe el despido por razón de menor desempeño a causa del embarazo, pero todavía hay mujeres que son despedidas por esta causa y se intenta justificar la acción con otras razones.

El hecho de que no se pongan en vigor como es debido los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres es un punto importante en este renglón, ya que las mujeres no conocen las alternativas que tienen para decidir lo que hacen con sus cuerpos, no tienen acceso a éstas o son disuadidas cuando se disponen a aprovecharlas.

Asimismo, la doble jornada de trabajo, que se refiere a la combinación del empleo fuera del hogar y la carga de realizar sola todas las tareas domésticas y relacionadas con la crianza de los hijos y las hijas, provoca que las mujeres se desgasten y no tengan el tiempo necesario para ampliar sus horizontes profesionales.

De igual forma, las mujeres encuentran el obstáculo del “techo de cristal”; se les informa que tienen las mismas oportunidades de empleo que los hombres y que, si laboran para ello, pueden alcanzar los más altos puestos en sus lugares de trabajo. Diversas situaciones, muchas veces no directamente relacionadas con el empleo, les crean una barrera que les indica “puedes subir, pero sólo hasta aquí”. De esta manera, a pesar de que las mujeres –porcentualmente- tienen mejor educación y preparación que los hombres, están en desventaja cuando se examina la cantidad de ellas que ocupan posiciones de alta jerarquía en comparación con ellos. Muchas de ellas, incluso, realizan las mismas tareas que los hombres, pero reciben menores ingresos, aunque existe una ley que ordena igual paga por igual trabajo. Además, debido, en parte, a la desacertada concepción patriarcal de que una mujer no puede estar “por encima” de un hombre, las mujeres que ocupan altos puestos suelen ser invisibilizadas al no respetar sus puntos de vista, no incluirlas en la toma de decisiones o excluirlas de conversaciones.

El hostigamiento sexual, por otra parte, representa un grave problema en cuanto a las condiciones de trabajo de las mujeres. Es muy difícil completar una tarea cuando un supervisor o un compañero está haciendo acercamientos no deseados o dentro de un ambiente degradante por el comportamiento de quienes te rodean. De igual manera, el que tus funciones y beneficios no respondan a tus ejecutorias sino a si accedes a realizar favores sexuales o no, además de violar tu dignidad como ser humano, afecta tu producción como empleada. La idea de que las mujeres son solamente objetos sexuales, que muchas veces se enseña en los hogares y se refuerza en los medios de comunicación, fomenta estas actitudes y le resta valor al trabajo de las mujeres.

Reclamo unificado

No basta un día para todas estas denuncias, pero el 8 de marzo es la fecha que hemos escogido para unir nuestras voces, con el fin de que los reclamos de cada una se escuchen con más fuerza. Por eso, este lunes, volveremos a la calle –las mujeres y los hombres, conscientes de que una sociedad igualitaria y justa es una mejor sociedad para todas y todos- a exigir equidad de género.

sábado, 16 de enero de 2010

¿Todos los seres humanos son iguales? O un doble discurso inhumano

I.
Un movimiento de placas en la corteza terrestre hizo visible la pobreza extrema en que viven millones de personas. Otras millones de personas, que vivían ajenas a las condiciones en las que sobreviven las primeras –por una historia política, económica y racial injusta que nada tiene que ver con creencias en dioses y pactos con diablos-, enloquecieron ante la falta de información e imágenes sobre el terremoto.

II.
Empezaron a llegar estimados de personas muertas, fotos de niños y niñas con la mitad de la cara vendada y sonidos de llantos. La demora se debió, en parte, a la necesidad de asegurar la frontera para evitar la inmigración ilegal en el momento de crisis. Las millones de personas del segundo grupo se conmovieron al ver las filas de cadáveres en sus televisores plasma.

III.
Las organizaciones internacionales asignaron fondos. Unos países donaron euros, algunos reclutaron rescatistas y otros enviaron doctores. Se realizaron telemaratones y se establecieron centros de acopio de productos de primera necesidad en canchas, bancos, iglesias, escuelas y comercios. Los titulares cambiaron su letra de desolación a una más positiva sobre la ayuda brindada a “nuestros hermanos y hermanas de Haití”.

IV.
Algunas personas del segundo grupo pensaron que era una excelente oportunidad para hacer espacio en su clóset y sacaron ropa para regalarle a las personas damnificadas. Ante la avalancha de vestimenta, los entes organizadores señalaron que era más necesaria la comida enlatada, las medicinas y, sobre todo, el agua embotellada: los seres humanos se pueden mantener vivos sin muchas otras cosas, pero el agua es esencial.

V.
Una residente del municipio de Toa Baja, al norte de Puerto Rico, compró una caja de botellas de agua y la llevó a un coliseo. Su caja se confundió con las que llevaron otras decenas de personas. Más tarde, apareció ante las cámaras Lucé Vela, la “primera dama” que es “maravillosa en todo”, pasándole la caja de agua a un voluntario del centro de acopio, de la forma más maravillosa que se puede pasar una caja de agua: con una gran sonrisa y un peinado perfecto.

VI.
La residente llegó satisfecha a su hogar. Le contó a un vecino que había ayudado a sus “hermanos y hermanas de Haití”. Él le contó que la Autoridad de Energía Eléctrica lo había amenazado con multarlo y cortarle el servicio si seguía permitiendo que una comunidad vecina tomara de su electricidad. La residente le dijo que no se metiera en problemas por ayudar a inmigrantes ilegales que se habían apropiado de un terreno que no les pertenecía. El gobernador lo había explicado en el noticiario: si estaban en esa situación era porque querían.

VII.
Al otro día, Villas del Sol no tenía luz eléctrica ni agua potable. El agua sólo es esencial para los seres humanos.

domingo, 27 de diciembre de 2009

Evolución

-Lo que pensaba seis meses antes de entrar a la Escuela de Derecho:


Editorial

[Publicado en la edición enero-febrero 2007 del periódico (((Paréntesis))), de la Asociación Puertorriqueña de Estudiantes de Periodismo (APEP) de la Escuela de Comunicación de la Universidad de Puerto Rico]


La democracia, según Abraham Lincoln, debe ser “el gobierno de la gente, por la gente y para la gente”.

Sin embargo, los sucesos de la historia mundial contradicen esta definición. Mas, no hay que viajar al pasado ni salir de las fronteras nacionales para notar cómo esta premisa ha sido violentada por las acciones del Gobierno, tanto las ramas Ejecutiva y Legislativa, como la que solía gozar de mayor prestigio, la Judicial.


El sistema de justicia se ve influido por el sistema político partidista. Por ello, muchos jueces y muchas juezas están fuertemente parcializados y parcializadas, lo que ha quedado demostrado por la dificultad de asignar un magistrado para el caso de la pensión del ex gobernador Pedro Rosselló.

De igual manera, los empleados y las empleadas de agencias gubernamentales que son nombrados se sienten comprometidos a cumplir con la visión de un partido. Un pequeño grupo controla quiénes ocupan y a qué responden los puestos públicos.


¿Qué pueden hacer los ciudadanos y las ciudadanas? ¿Resolver los problemas en las urnas?

En julio de 2005, el pueblo votó por cambiar la Asamblea Legislativa a una sola cámara; 83.8% de los votantes favorecieron la unicameralidad, con 22.6% de particpación electoral. Un año y medio después y pese a las protestas, los movimientos civiles y las solicitudes radicadas en los tribunales para exigir que se respete la decisión del electorado, la Asamblea Legislativa no ha acatado la posición mayoritaria.


Situaciones como ésta hacen pensar que otras vías son más efectivas.

En el caso de los portones que limitan el acceso a las playas de Ocean Park y Punta Las Marías, los grupos ambientalistas y comunitarios tuvieron que recurrir a “tumbar las rejas”, a la fuerza. Pero, antes de rebelarse, agotaron todos los recursos: crearon campañas informativas, realizaron manifestaciones pasivas, pidieron la intervención de diversas agencias gubernamentales y de los tribunales, mostraron evidencia de la ilegalidad de los portones. Por meses, nadie les ofreció soluciones.


Las influencias económicas también logran que las residencias localizadas en zonas estratégicas para el desarrollo urbano sean eliminadas, sin compensación justa para sus residentes, para dar paso a condominios y hoteles exclusivos. Los y las habitantes de Santurce, que llevaban décadas viviendo en su comunidad, estuvieron años manifestándose pasivamente en contra de las expropiaciones ilegales por parte del Gobierno y su Departamento de Vivienda. Múltiples marchas, piquetes, exposiciones, representaciones teatrales, murales, artículos en la prensa, recursos legales de los afectados y las afectadas, de organizaciones y del Municipio de San Juan no lograron detener los desalojos forzosos.


Pero, aun cuando los procesos judiciales se completan a tiempo y favorecen a los ciudadanos y las ciudadanas, las autoridades no respetan los fallos.

Las medidas disciplinarias contra seis de los estudiantes de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, que se manifestaron durante la inauguración del teatro universitario son un claro ejemplo. El oficial examinador del caso, el ex juez Heriberto Sepúlveda, encontró que no había evidencia suficiente para sancionar a los universitarios, pero la rectora Gladys Escalona obvió las recomendaciones del experto a quien la misma institución recurrió para tomar una decisión bien ponderada, y los suspendió sumariamente.


Entonces, nos preguntamos ¿qué alternativas se tienen cuando se vive en una democracia en la cual los valores de justicia e igualdad que ésta representa no son resguardados por los funcionarios electos y las funcionarias electas para representar al pueblo, no son lo fundamental para el sistema judicial ni son respetados por quienes ostentan el poder? ¿En dónde queda “la gente”?




-Lo que pienso seis meses antes de salir de la Escuela de Derecho:


Id.


domingo, 27 de septiembre de 2009

Realidad

I.
Parece incongruente que, en medio de una crisis económica, el periódico de mayor circulación en el país haya publicado, hace dos semanas, una edición especial sobre los fastuosos quinceañeros celebrados este año.
Las fiestas contaron con presupuestos de miles y miles, y con coordinadores/as para cada detalle: las invitaciones de cientos de personas, el local con la decoración del tema seleccionado, las mesas, el bizcocho de seis pisos, los tres cambios de traje de diseñador, los chocolates o los cofres con el rostro de la quinceañera estampado que regalarían a los/as asistentes, el cantante religioso que amenizaría durante la cena y el cantante de reggaetón que sorprendería a la quinceañera y sus amigos/as al final, y la coreografía con que la niña que "entraba -muy putona- en sociedad" deleitaría a sus compañeros/as de colegio y sus familiares.
Las páginas de la Revista Magacín, con ideas sobre cómo malgastar el dinero en una celebración ridícula y sexista, contrastaban con la página del San Juan City News -una revista con nombre muy autóctono, con información sumamente necesaria y que se imprime a todo color con fondos públicos para resaltar la imagen del alcalde que pretende desarticular proyectos de autogestión comunitaria, como el Fideicomiso del Caño Martín Peña y CAUCE en Río Piedras, para canjearle la ciudad capital a grandes empresarios a cambio de apoyo a sus pretensiones políticas- en la que se resaltaba cómo ciertas damas desprendidas respondieron al llamado de la señora Garriga y regalaron al Municipio de San Juan los trajes de gala que ya no querían para que niñas de escasos recursos pudieran ir bonitas a sus bailes de graduación.
II.
Entonces, El Nuevo Día agradeció a estas damas con un artículo de tres páginas que proveía un calendario para ir preparándose, desde septiembre, para las fiestas navideñas. Así, las personas que están desempleadas, no porque hayan perdido su trabajo ni carezcan de escolaridad para acceder a ciertas posiciones, sino porque prefieren quedarse en casa para preparar los quinceañeros y las bodas de sus hijas, pueden organizar cada detalle necesario para la Navidad: las tarjetas que enviarán por correo postal, las tarjetas que enviarán por correo electrónico, las listas de regalos, diseño de decoraciones, la remodelación anual de los cuartos y los baños del hogar, el nuevo color de la fachada de la casa, el contrato para cambiar el "landscaping" del jardín, los manteles, las servilletas de tela, los cubiertos, la vajilla, el nuevo televisor HD, los menús de las cenas con familiares, los menús de las cenas con amigos/as y las vacaciones a algún lugar exótico. La limpieza de la residencia y la piscina no se incluyen, porque ya hay personas contratas para hacerlas todos los meses. El calendario provee tareas para cada semana, para que se mantengan entretenidas.
Seguramente, la madre soltera que trabaja 40 horas semanales, ayuda a estudiar a sus hijos/as, limpia su casa sin piscina y toma un curso corto de repostería para aprender a hacer bizcochos de quinceañera de seis pisos y recibir ingresos adicionales para poder comprarle regalos de Navidad a sus hijos/as, porque su sueldo no es suficiente ni para pagar las deudas, no leyó ese artículo. Ella necesita uno para decidir, semana tras semana, qué va a hacer para conseguir trabajo ahora que fue despedida, tras 11 años en su empleo, qué va a hacer para pagar el colegio católico sin renombre en el que humillan a sus hijos/as sacándolos/as del salón si se atrasan en la mensualidad, qué va a hacer para que no le corten la luz y el agua, qué va a hacer para que el banco no le quite la casa por no pagar la hipoteca.
Sin casa, no habrá árbol de Navidad.
III.
Para que no quede duda de las incongruencias, el periódico, a dos días de que se anunciara el despido de 16,970 trabajadores y trabajadoras, publica hoy una edición especial de su revista sobre construcción: De Lujo. En ésta, describe millonarios proyectos para millonarios: los mármoles, los jacuzzis, los muebles tallados y las vistas al mar. Si en el 2008, los estudios advertían que, hasta el 2012, el 47% de las personas que necesitarían vivienda no podrían pagar más de $90,000; que se necesitaban más de 9,000 unidades anualmente a precios menores de $90,000, y que el mercado de vivienda de $260,000 en adelante estaba tan saturado que tendría exceso de inventario por los próximos cuatro años, con la tasa de desempleo actual, estas viviendas de lujo se quedarían definitivamente sin compradores/as.
¿Por qué se reseñan, entonces? Porque, el viernes pasado, cuando la empleada llegó a casa pensando cómo le diría a sus hijos/as que se quedaba sin su fuente de sustento, también llegó a su vivienda de lujo un funcionario del Gobierno, con el sueldo que debería corresponderle a seis personas.
El Nuevo Día no está tan ajeno a la realidad como parece.
IV.
Empresas Ferré-Rangel: gracias por demostrar con sus publicaciones que la crisis económica es otro cuento para que una clase dominante siga aplastando a las que trabajan. Pensaba que habían abandonado la meta periodística de informar sobre las cosas importantes que suceden día a día, pero...

domingo, 28 de junio de 2009

Sobre Patri y las familias disfuncionales

"En este país mandan los menores de edad que vienen de familias disfuncionales", dijo Alberto Hernández, tío de Patricia Hernández Irizarry, la joven universitaria de 20 años que murió tras ser alcanzada por una bala que iba dirigida a un joven que se escabullía de una persona armada que lo perseguía en motora por el Viejo San Juan.

Es muy triste que personas como Patricia mueran de esa manera, pero las palabras del tío hacen más visible la diferencia de clases sociales que está presente en esta historia y que refleja el vínculo directo entre las inequidades de nuestra sociedad y la fuerte ola criminal, que las clases altas intentan obviar hasta que se afecta uno/a de los/as suyos/as. (Lo mismo pasó con la joven Nicole Muñiz, que fue baleada cuando confundieron su guagua con la del hombre que estaban buscando.)

Las familias disfuncionales a las que hace alusión Hernández son, en buena medida, resultado de las acciones de quienes realmente mandan en Puerto Rico, quienes tienen dinero. Esas personas son las que traen la droga (en sus lanchas privadas, que mueven mucho más que las mulas que casi siempre cogen en los aeropuertos) que los/as jóvenes de los barrios distribuyen, porque son quienes tienen el capital para entrar en ese mercado.

Quienes mandan en Puerto Rico son los políticos y sus aliados, financiadores de campañas a cambio de jugosos contratos con el Gobierno, del tan nombrado sector privado. Son los/as empresarios/as que quieren que se eliminen las leyes que protegen a los/as trabajadores/as para explotarlos/as con mayor facilidad. Son los/as banqueros/as, que les aprueban préstamos hipotecarios que saben que no van a poder pagar con sus sueldos para después ejecutarles la vivienda y reclamar que el Gobierno les ayude porque han tenido pérdidas. Son los/as desarrolladores/as que cabildean para que se eliminen iniciativas como la del Caño Martín Peña y la de CAUCE y se aprueben leyes erráticas como la de Permisos para desplazar a las comunidades y construir a su antojo condominios a cuyas ventanas llegan las gotas de agua salada cuando el mar está picado y urbanizaciones cuyos muros de contención se derrumban encima de otras comunidades. Son los/as profesionales que no quieren dar servicios a ciertos grupos que no les pueden pagar la puesta en práctica del conocimiento que obtuvieron en la Universidad de Puerto Rico, financiada por el pueblo de Puerto Rico.

Quienes mandan en Puerto Rico son las personas que critican a "los/as pobres", porque "no se dejan ayudar". Son las personas que ignoran que una charla de motivación para quedarse en la escuela no es suficiente cuando lo único que se come es la avena y los raviolis del comedor escolar. Son las personas que ignoran que un donativo de $100 a un grupo de 50 niños sólo va a servir para cubrir sus necesidades por unos días. Son las personas que ignoran que los/as afortunados/as de tener talento para el deporte, como Juanma López; o una voz privilegiada, como Andy Montañez; o gran interés por desarrollar su intelecto, como Sonia Sotomayor, en combinación con algún familiar o guía que no los deje perder el enfoque son los/as menos. Pero, los/as ignorantes están en ambos bandos.

Por eso, hay quienes le hacen el juego a los/as que mandan y se venden por una compra con la Tarjeta de la Familia o un título de propiedad nulo. Por eso, hay quienes prefieren una vida corta llena de lujos vendiendo en "el punto". Por eso, hay quienes ven que sus hijos/as tienen habilidades y no los/as apoyan para que las desarrollen, porque no saben cómo, porque creen que no van a tener los medios, porque le temen al fracaso o porque les asusta salir del entorno que conocen.

Por eso, hoy, en honor a "Patri", El Nuevo Día presenta una noticia de tres cuartos de página y cinco esquelas, por las que los padres de sus amiguitas y los/as compañeros/as doctores del padre ortodoncista de la joven pagaron cientos de dólares. Cuando muera el joven de 15 años, residente en La Perla, a quien se le acusó como adulto por el asesinato, nadie se va a enterar, a menos que aparezca una nota en la sección de Policiacas anunciando que mataron al asesino de Patricia, para que la gente pueda sentirse más segura pensando "un criminal que vino de una familia disfuncional menos". 28 de junio de 2009
(Sin intención de faltarle el respeto al dolor de la familia y las amistades de Patricia. Es sólo un ejemplo. Lamentamos su pérdida.)