domingo, 27 de diciembre de 2009

Evolución

-Lo que pensaba seis meses antes de entrar a la Escuela de Derecho:


Editorial

[Publicado en la edición enero-febrero 2007 del periódico (((Paréntesis))), de la Asociación Puertorriqueña de Estudiantes de Periodismo (APEP) de la Escuela de Comunicación de la Universidad de Puerto Rico]


La democracia, según Abraham Lincoln, debe ser “el gobierno de la gente, por la gente y para la gente”.

Sin embargo, los sucesos de la historia mundial contradicen esta definición. Mas, no hay que viajar al pasado ni salir de las fronteras nacionales para notar cómo esta premisa ha sido violentada por las acciones del Gobierno, tanto las ramas Ejecutiva y Legislativa, como la que solía gozar de mayor prestigio, la Judicial.


El sistema de justicia se ve influido por el sistema político partidista. Por ello, muchos jueces y muchas juezas están fuertemente parcializados y parcializadas, lo que ha quedado demostrado por la dificultad de asignar un magistrado para el caso de la pensión del ex gobernador Pedro Rosselló.

De igual manera, los empleados y las empleadas de agencias gubernamentales que son nombrados se sienten comprometidos a cumplir con la visión de un partido. Un pequeño grupo controla quiénes ocupan y a qué responden los puestos públicos.


¿Qué pueden hacer los ciudadanos y las ciudadanas? ¿Resolver los problemas en las urnas?

En julio de 2005, el pueblo votó por cambiar la Asamblea Legislativa a una sola cámara; 83.8% de los votantes favorecieron la unicameralidad, con 22.6% de particpación electoral. Un año y medio después y pese a las protestas, los movimientos civiles y las solicitudes radicadas en los tribunales para exigir que se respete la decisión del electorado, la Asamblea Legislativa no ha acatado la posición mayoritaria.


Situaciones como ésta hacen pensar que otras vías son más efectivas.

En el caso de los portones que limitan el acceso a las playas de Ocean Park y Punta Las Marías, los grupos ambientalistas y comunitarios tuvieron que recurrir a “tumbar las rejas”, a la fuerza. Pero, antes de rebelarse, agotaron todos los recursos: crearon campañas informativas, realizaron manifestaciones pasivas, pidieron la intervención de diversas agencias gubernamentales y de los tribunales, mostraron evidencia de la ilegalidad de los portones. Por meses, nadie les ofreció soluciones.


Las influencias económicas también logran que las residencias localizadas en zonas estratégicas para el desarrollo urbano sean eliminadas, sin compensación justa para sus residentes, para dar paso a condominios y hoteles exclusivos. Los y las habitantes de Santurce, que llevaban décadas viviendo en su comunidad, estuvieron años manifestándose pasivamente en contra de las expropiaciones ilegales por parte del Gobierno y su Departamento de Vivienda. Múltiples marchas, piquetes, exposiciones, representaciones teatrales, murales, artículos en la prensa, recursos legales de los afectados y las afectadas, de organizaciones y del Municipio de San Juan no lograron detener los desalojos forzosos.


Pero, aun cuando los procesos judiciales se completan a tiempo y favorecen a los ciudadanos y las ciudadanas, las autoridades no respetan los fallos.

Las medidas disciplinarias contra seis de los estudiantes de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, que se manifestaron durante la inauguración del teatro universitario son un claro ejemplo. El oficial examinador del caso, el ex juez Heriberto Sepúlveda, encontró que no había evidencia suficiente para sancionar a los universitarios, pero la rectora Gladys Escalona obvió las recomendaciones del experto a quien la misma institución recurrió para tomar una decisión bien ponderada, y los suspendió sumariamente.


Entonces, nos preguntamos ¿qué alternativas se tienen cuando se vive en una democracia en la cual los valores de justicia e igualdad que ésta representa no son resguardados por los funcionarios electos y las funcionarias electas para representar al pueblo, no son lo fundamental para el sistema judicial ni son respetados por quienes ostentan el poder? ¿En dónde queda “la gente”?




-Lo que pienso seis meses antes de salir de la Escuela de Derecho:


Id.